¿Que pasaría si la fobia social se pudiera curar con un tratamiento a distancia, lejos de utilizar la exposición? es una enfermedad con un prevalencia baste alta, estaría entre el 3-13%, aunque quizás este trastorno al igual que otros podría cambiar sus baremos y puede pasar a ser otro nuevo trastorno en el nuevo proyecto del DSM-V.
Actualmente es trastorno muy frecuente e idiosincrásito ¿quién no tiene miedo a hablar en publico? ¿firmas comodamente cuando alguien te está mirando?
Aunque su aplicación a este campo puede ser increíblemente interesante podemos ver las ventajas e inconvenientes ante el resto de terapias que se tienen para este tipo de problemas.
Frente a la exposición en imaginación:
* La Realidad Virtual es más inmersiva, ya que se estimulan varias modalidades sensoriales (auditivas, visuales y vestibulares), lo cual resulta muy conveniente para aquellas personas que tienen problemas para imaginar
* La Realidad Virtual permite al terapeuta saber en cada momento lo que el paciente está viendo, y por tanto puede saber con mayor precisión qué estímulo está provocando la respuesta de miedo.
Frente a la exposición in vivo:
* La Realidad Virtual permite ofrecer exposición a aquellas personas que se niegan a someterse a este tipo de técnica porque les resulta demasiado difícil o amenazador.
* Ofrece un mayor grado de confidencialidad, en el sentido de que el tratamiento se hace en consulta, por lo que la persona no tiene porqué temer que si la exposición se realiza en un ambiente público, los demás puedan conocer su problema.
* Permite diseñar a medida la jerarquía de exposición, con lo que la persona puede exponerse a prácticamente todas las situaciones posibles.
* Es segura, en tanto que la persona (y el terapeuta) controlan en todo momento lo que ocurre en el ambiente virtual, cosa que en muchas ocasiones depende del azar en las exposiciones en vivo.
* Se puede repetir la exposición a una situación todas las veces que sea necesario hasta conseguir que la ansiedad baje.
* Puede resultar bastante más barata, ya que la exposición se hace en la propia consulta, lo que la convierte en más rentable en términos de tiempo y dinero (piénsese, por ejemplo en la fobia a volar).
La Realidad Virtual permite al terapeuta contar con un ambiente protegido que permite al paciente:
* conocer una situación que siempre ha considerado como amenazadora
* hacerlo en la medida que él quiera y a su ritmo
* reexperimentar muchas veces las implicaciones y consecuencias de su interacción con el ambiente que teme
ir más allá de la realidad, puesto que se puede ofrecer al paciente un entorno incluso más amenazador de lo que nos podemos encontrar en la realidad.
La Realidad Virtual permite ir más allá de la realidad:
* posibilita que el contexto temido cambie a nuestra conveniencia.
Se pueden diseñar una serie de contextos en los que el paciente puede afrontar virtualmente, no sólo lo que teme, sino distintos aspectos mucho más amenazadores (p.ej., hacer que la pared de una habitación se desplace haciendo que sea mucho más pequeña).
La meta de la Realidad Virtual no tiene por qué ser "re-crear" la "realidad". Lo esencial es delimitar contextos que resulten significativos para el paciente, esto es, crear condiciones o situaciones a los que la persona, por el momento, o no tiene acceso o lo ha perdido.
La Realidad Virtual se convierte así en un paso intermedio muy útil entre la consulta y el mundo real. Y no hará falta esperar a que se produzcan los acontecimientos en el mundo real, ampliándose las posibilidades de auto-entrenamiento.
Maria del Sol Bao López